Hay piezas que simplemente caen en tus manos y te piden una segunda oportunidad. Esta librería-archivador es una de ellas. Iba a ser tirado a la basura porque la cola antigua se había pasado y se había desarmado por completo. Con el tiempo, muchas de sus piezas se habían viciado y ya no encajaban en su lugar original.
Fue entonces cuando decidí que, en lugar de restaurarlo, mi objetivo sería renovarlo por completo. Me propuse darle un estilo vintage que preservara la esencia de la madera, manteniendo su barniz en las partes que pude salvar (los separadores, las patas y las molduras). Para la cara externa, que estaba más dañada, utilicé una mezcla propia que, junto con papel de tono cobre en las molduras, le dio a las columnas un efecto de cobre oxidado.
El resultado me encantó, aunque me dio pena no haber podido salvar completamente la pieza original. Sin embargo, su nueva vida me enseñó que la belleza a veces reside en la transformación. Ahora es una pieza completamente única que destaca en cualquier estancia, llena de carácter y de historia.
